domingo, 29 de abril de 2012

Y el séptimo día pasaron del odio al amor


Tenemos una entrada un poco diferente, espero que os guste.

Y es que no hay nada como el dinero para limar las asperezas en una relación tormentosa, y pasar del odio y la repulsión, a un amor sincero y comprensivo.

 Este es el caso que traigo hoy. ¿Recordáis a Borat Sagdiev? El personaje representado por Sacha Baron Cohen (el actor de Ali G). En esta película, Sacha encarna a un ficticio periodista kazajo, en visita a los EEUU, con la misión de aprender cosas de utilidad para su país. Una vez allí, se sucede una situación grotesca tras otra, poniendo de manifiesto, prejuicios y estereotipos culturales de ambos países.



Desde su estreno, la película fue considerada poco menos que un insulto a Kazajstán. País que contrató a una agencia de publicidad para dar a conocer la verdadera realidad, y así contrarrestar la imagen negativa que se podía crear. Es más, en su momento, cuando el presidente visitó los EEUU, incluyó en la agenda, conversaciones sobre la película.

Pero las cosas cambian, y resulta que gracias al film, las visitas turísticas se han multiplicado por 10 (según datos del jefe del servicio diplomático de Kazajstán).

Esto parece que ha provocado un cambio de actitud con respecto al punto de vista que mostró Sacha de su país. Entendiendo así que sólo es humor, más o menos grotesco, pero humor al fin y al cabo.



El clímax de esta relación llegó cuando, tras una competición deportiva de tiro celebrada en Kuwait donde el equipo kazajo venció, empezó a sonar la versión/parodia del himno que aparecía en la película.

En este caso, lejos de ofenderse y poner el grito en el cielo, el ministro Erzhan Kazyjanov declaró: “Yo trataría la película Borat con filosofía”. Sí dieron, como es normal, un toque de atención a sus diplomáticos, para que dejaran claros los símbolos nacionales de Kazajstán. Y dieron por zanjado el incidente.

Así es como un odio profundo, se convierte en una amistosa y cordial relación. 

Sr. Odio :^P

lunes, 23 de abril de 2012

Y el séptimo día odió la falta de fuerza de voluntad.


Y es que es tan duro hacer lo que se debe. Tan duro cambiar una rutina. Tan sumamente duro hacer lo correcto.

Sin embargo es tan fácil dejarse llevar por el lado oscuro. Elegir la opción incorrecta, o simplemente no hacer nada, cualquiera de las dos opciones te llevan a una satisfacción instantánea. Acción reacción, hago, o no hago, y recibo una recompensa satisfactoria a corto plazo.

Después llegan los remordimientos, y es aquí donde se encuentra el punto fuerte de tener fuerza de voluntad. De proponerse algo y llevarlo a cabo. Y es que normalmente las buenas acciones se recompensan con el tiempo, con el trabajo duro. 



Haces algo bien, tomas la decisión correcta, y lo normal es que no veas resultados hasta pasado un tiempo, es más, a corto plazo puede ser hasta malo. Como las agujetas cuando empiezas a hacer algún deporte, por ejemplo.

Entonces me planteo, siguiendo con el ejemplo del deporte. Si a la larga voy a estar más satisfecho de haber cogido una rutina y practicar deporte. Si esto es mejor para mí que simplemente quedarme en mi casa sin hacer nada ¿Porqué el cuerpo lo pone tan difícil? ¿No debería el cuerpo querer estar bien, y por lo tanto, incentivar mis ganas de hacer deporte tanto a corto como a largo plazo? Una actividad gratificante desde el primer segundo, y para toda la vida. (El deporte es sólo un ejemplo, estoy seguro que cada uno tiene su espinita, o espinitas clavadas con algún tema. Sino, ¡mi más absoluta enhorabuena!)

Partiendo de que lo explicado en el párrafo anterior es así y punto, tenemos que recurrir a nuestro cerebro para convencerle que lo que hoy no te apetece, en el futuro será una gran satisfacción.


Pero es difícil hacer entender a los pensamientos (hablo de ellos como el ente independiente de la persona, pues si por nosotros fuera, todos elegiríamos la gran satisfacción a largo plazo, a la ínfima instantánea.) que va a venir algo en un futuro mejor que lo que tiene. El cerebro hoy en día, está acostumbrado al “lo quiero” y “lo tengo ya”.

El mundo va muy deprisa, e internet, entre otras cosas, nos da la falsa sensación de que todo es instantáneo. Sin embargo, la realidad no es así, y tenemos que convivir con ella día a día.

¿Cómo lleváis el tema de la fuerza de voluntad? ¿Qué es lo que más os cuesta? 
Sr. Odio :^P

domingo, 15 de abril de 2012

Y el séptimo día odió las mutuas.


Y es que supongo (es complicado tener datos, así que me baso en mi experiencia) que la mayoría de la gente no va a la mutua por gusto. Se que es injusto generalizar, y estoy seguro que habrá muy buenos profesionales trabajando en mutuas, que además, serán los primeros en enfadarse al ver como actúan algunos de sus compañeros, dándoles esta fama a todos.

La mutua es ese extraño lugar donde si no tienes algo visiblemente roto, estás sangrando o has sufrido la amputación de uno de tus miembros, te tratan como si lo que quisieras es engañarles. No puedo opinar sobre qué ocurre en los casos citados anteriormente porque, afortunadamente, ninguna de las visitas que he hecho a este lugar ha sido por uno de esos motivos.

Un peculiar lugar donde los médicos, en lugar de preocuparse por como estás e intentar solucionarlo, te atiborran de pastillas y te dicen que estás bien.  

Pero ¿qué puede llevar a un profesional a actuar de manera tan diferente a como se supone ha estado aprendiendo durante años en una universidad?

Quizá desencanto por la profesión (su sueño era estar en urgencias salvando personas en situaciones de vida o muerte), un mal día en casa, mal ambiente en el trabajo, murió su tortuga en sus brazos mientras intentaba reanimarla. Por lo cual, sería muy desconsiderado el trato que estoy teniendo hacia ellos en este momento.

O… o a lo mejor tiene algo que ver con que reciben una retribución en su salario en función de las bajas que dan, mejor dicho, en función de las bajas que no dan.

En ese caso, el médico deja de cumplir su función de querer curar a las personas, para dar una respuesta común a todas las dolencias, con la esperanza de cobrar más a fin de mes en lugar de querer ayudar a la persona que acude a su consulta.

A lo mejor mi experiencia no se puede utilizar de ejemplo, y no es representativa, quizá sea la excepción entre un mundo de médicos que anteponen el bienestar de las personas a su bolsillo. Pero algo me hace pensar que no es así.

Como no lo sé, contadme ¿Cuál ha sido vuestra experiencia con los médicos de las mutuas?

 Sr. Odio :^P